El joven estudiante de este vídeo no tiene más remedio que obedecer al vicioso amigo de la familia que le acoge. Es cinco años mayor que él, más corpulento y está acostumbrado a salirse con la suya con todos los que le rodean. Hoy no es una excepción. Le mete la polla en la boca y se la hace chupar hasta la base. Cuando se harta, le da la vuelta y se folla su culito peludo. La vida puede ser cruel y tan buena a veces.