Un granuja caliente está disfrutando de sus vacaciones al sol, tumbado en una hamaca, echando un vistazo al guapo chico de mantenimiento que trabaja cerca. Sus manos se meten entre sus piernas, masajeando lo que parece una gran polla prometedora. La quiere en su boca y en su agujero. Nadie se le resiste y lo sabe.